Por D. Manuel Santos Pérez

Hoy mis pies no están doloridos por el lento caminar de la cofradía, ni en mis retinas se acumulan imágenes del bello andar del Señor por sus calles de Salteras, o de la Reina bajo palio, que sortea una puerta imposible para encontrarse con su gente, esa misma que hace unos días le rendía pleitesía en su tradicional besamanos. Nos hemos quedado una vez mas sin el consuelo de tenerlos en la calle, de verlos caminar repartiendo amor, misericordia, consuelo, salud,... a todos aquellos que necesitados salen a su encuentro.

Después, cunando todo estuvo recogido, disfruté al verlos en la casa hermandad, refresco en mano comentando con el resto los pormenores del día. Eran casi los únicos de su edad y se sentían en casa.
Quiero agradecer desde aquí a la Junta de Gobierno de mi Hermandad de los Blancos que los tratase como a mi me trataban otros, que ahora son historia con mayúsculas, cuando era yo el que iba con mi padre.
Gracias también por esa decisión de celebrar la Resurrección con la Imagen de Nuestra Señora. Que Salteras no se quede sin la que es consuelo de sus Dolores porque no hay dolor como su dolor.
Fotografías: www.nandofoto.com
0 comentarios:
Publicar un comentario