Festividad de Nuestra Señora, la Virgen de los Dolores

¡Dolores de mi esencia!
¡Dolores Bendita y Soberana
luz de la Gracia plena!
¡Quién pudiera ser pañuelo
en la plaza dulce de Tu pena!

Hacer el paseillo con mis versos
brindándote sonetos en mi montera;
el capotillo del poema
y el garbo de la métrica
en la inspiración de mi revolera.

Tú, Dolores de mi esencia,
presidiendo, siempre,
mi fiesta bella;
Tú, en todo momento,
en ese palco del alma mía
que te venera.

En tu ofrenda el piropo
de un pasodoble de azucenas
y de los alguacilillos del Ángelus
trotando en Tu honor
sobre Salves de seda.

Yo, a solas
en el chiquero de mis pecados,
que tanta amargura me dejan.
Tú clarín de esperanza,
en mi ruedo del te quiero
que con albero de suspiros te pusiera.

Tú, siempre, cartel alegre de mi fe,
con esa letanía de cal y oliva que te sueña.
Tú, siempre, Reina y Señora
de la Gloria saltereña.

Antonio Bustos.

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Hoy, en la fiesta de Nuestra Señora, la Virgen de los Dolores, recordamos las palabras del anciano Simeón: «¡Y a ti misma una espada te atravesará el alma!» (Lc 2,35). A lo largo de la vida de Jesús Nazareno, María experimentó el sufrimiento por el hecho de ver a su hijo rechazado por las autoridades del pueblo y amenazado de muerte. Pero el momento fuerte del sufrimiento de la Santísima Virgen, en el que Ella vive más intensamente el dolor es el momento de la crucifixión y la muerte de Jesús. También en el dolor, María es el modelo de perseverancia en la doctrina evangélica al participar en los sufrimientos de Cristo con paciencia. Así fue durante toda su vida, y, sobre todo, en el momento del Calvario. De esta manera, María se convierte en figura y modelo para todo cristiano. Les recordamos que hoy 15 de septiembre, día de la Virgen de los Dolores, la misa diaria de las 21:00 horas estará dedicada a Nuestra Amantísima Titular.